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jueves, 26 de abril de 2012

Reflexión sobre la visita de Leopoldo Moreau a Grand Bourg

APCS-MA por Jorge Colmán. La visita de Leopoldo Moreau a Grand Bourg (Partido de Malvinas Argentinas) se inscribe en un reacomodamiento de un sector del radicalismo en los "nuevos tiempos suramericanos".


El objetivo de la visita fue un homenaje al fallecido ex-presidente de la Nación Raúl R. Alfonsín en la rotonda Hipólito Bouchard (Ver nota de Tiempo de Tortuguitas), pero dejo un plus político que pasamos a analizar. 


Luego de un derrotero de errores políticos y desviaciones históricas del radicalismo, algunos dirigentes buscan su lugar en la nueva coyuntura histórica. El radicalismo fue parte del tren llamado "oposición" al Peronismo kirchnerista, el CEO de Clarín condujo desde las oficinas de la corporación mediática al PRO y Duhaldismo para frenar el avance del gobierno.


Los resultados electorales fueron lapidarios: pérdida de poder, militantes e identidad política. La situación es terminal, o se observa atentamente lo que demanda la ciudadanía o se muere. Los radicales en Malvinas Argentinas son casi desconocidos, su capacidad de acción es nula, la única oposición al PRO-Duhaldismo es el Kirchnerismo. Sus dirigentes interpretan lo ocurrido y buscan salir del destino de inexistencia.


Existe una nueva hegemonía política en construcción en Suramérica y la Argentina, la recuperación de YPF movilizó a los cuadros políticos a desmarcarse o desmagnettizarse de las corporaciones que llamaban a "solidarizarse con la madre patria". Ya no alcanza con denostar a la presidenta con insultos, oponerse por los diarios o TN. Cristina es una dirigente política de la nueva realidad Suramericana con Dilma Rousseff, Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo y otros. No son ciegos ante la adhesión de Colombia y Chile (la derecha suramericana) a la unidad de la subregión y que ser "de derecha" no significa alinearse automáticamente a Washington.


La apelación a la "historia" por parte de Moreau es un intento de recuperar lo mejor de los últimos años, pero también una "sintonía" con los nuevos tiempos que el kirchnerismo supo leer con inteligencia política. En su discurso esta remarcado esta situación: "...Estamos a favor de la estatización de YPF. En el '92 nos opusimos muy fuerte a la privatización, en el congreso. En el '98 nos opusimos a la desnacionalización definitiva, y al ingreso de los Eskenazi. Pero celebramos esta decisión, porque hace falta una empresa nacional de hidrocarburos, como empresa testigo en el mercado. Esperamos que este paso abra el camino para lograr asociaciones con empresa de Latinoamérica, como Petrobrás, que aumenten las inversiones para volver al autoabastecimiento. Alfonsín también estuvo en absoluto desacuerdo con la privatización de YPF, como también del régimen de las AFJP, que fueron los dos errores más grandes de Ménem..."


Al mismo tiempo Moreau se desmarca de la derecha boba o transnacionalizada de Mauricio Macri: "...Macri se aleja cada vez más del pueblo, y esto es suficiente para que el radicalismo ni piense en alianzas con el Pro. El partido votó hace poco la transferencia del subte y lo hizo en coincidencia con la propuesta del gobierno nacional, porque fue un voto federal. Macri se tiene que hacer cargo de algo, porque no es gratis tener responsabilidades de gobierno. Es un dirigente que deja mucho que desear, con YPF primero salió con tono dramático a decir que se oponía, y 24 horas después dijo que si fuera presidente mantendría a YPF estatal. Si no tiene coraje para sostener 24 horas una posición no está capacitado para gobernar un país con un entramado tan complejo como la Argentina..."


El lema para este sector radical no es renovarse, sino adecuarse a los nuevos tiempos o simplemente morir en una alianza que licua definitivamente su identidad e historia.

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