El Hospital Menem funciono sin habilitación más de 10 años y acumuló cientos de denuncias (2005) |
Otros casos de violencia en salud: El caso Pablo Mazparrote (2002) |
“...Teniamos inicialmente el hospital Carrillo y la Maternidad Menem. Apartir de ahí hemos ido creciendo teniendo en la actualidad mas de 1000 camas en el sistema”, contó la Subsecretaria de Salud, Dra. Graciela Fernandez..." Lo que no relata, según señala una de las víctimas del sistema de salud local, es "que la Maternidad Menem estuvo funcionando casi una década sin habilitación correspondiente y existen cientos de casos denunciados como "mala praxis". Otro vecino señala que "el sistema se sostiene con becarios que no están preparados para atender y médicos denunciados y apañados por las autoridades municipales"
“...Hoy la realidad que tenemos en Malvinas Argentinas es un sistema de salud modelo, que no deriva pacientes, que tiene servicio de alta complejidad,que da prevención a través de los centros de atención primaria que tenemos distribuido en todo el sistema...”. Los vecinos señalan de que "...en las "salitas" solo dan 20 turnos y cuando te quedas sin ellos, uno se acerca a esos "centros de alta complejidad" y estos los derivan nuevamente a las "salitas" (...) la "alta complejidad" es un negocio para cobrarles a las obras sociales y la provincia".
El comunicado sigue por el mismo camino, repitiendo las palabras que fueron ordenes a las patotas locales: Cuidalo, cuidarlo, cuiden, protejan: “...Por eso queremos darle el mensaje a la gente de Malvinas Argentinas, de que esto es de todos nosotros, que tenemos que cuidarlo, tenemos que defender el hospital público bien entendido, el que da contención, el que da tratamiento, el que da prevención, el que da la alta complejidad también cuando el vecino lo necesita. En general la relación del vecino con el sistema de salud es muy buena.
Por eso nos animamos a decirles que lo protejan y lo cuiden, porque es de ellos”, finalizó Fernandez.
Este comunicado esta lejos de la autocrítica por los hechos sucedidos en el Hospital Claudio Zin y más bien parece imponer en los lectores una necesidad política y económica. La política que expone a todos los críticos de su sistema de salud como NO PROTECTORES/ DESTRUCTORES DEL SISTEMA DE SALUD (continúa sosteniendo la hipótesis de conflicto) y la económica, que no es ni más ni menos, que los 400 millones de pesos que ingresan a las arcas municipales por coparticipación provincial de salud y obras sociales.
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