Los hermanos se han unido... ¿Alguna vez se separaron?

APCS-MA. El FUP se configura como la vanguardia del Sciolismo, y pretende armar una estructura electoral en todo el país para su candidatura. El gran maestre en la operación es Eduardo Duhalde (su estruendosa derrota en la última elección lo mantiene alejado de los flashes). Daniel Scioli carece de estructura política electoral propia fuera de Buenos Aires y necesita de armadores que le permitan materializar su ambición presidencial.

Los que si tienen alguna pequeña estructura en el interior son el Duhaldismo y el Denarvaismo. Sus dirigentes son la clara expresión de la derecha, algunos van de lo pintoresco hasta rayar con lo bizarro, pero constituyen un principio de existencia. También tienen contradicciones internas que se hicieron evidentes desde el mismo origen de la agrupación.

En la provincia hizo aparición su hermano, el intendente José "Pepe" Scioli. Este llegó a la intendencia de la mano de De Narváez, pero paulatinamente se va alejando de este. Este fue definido por el portal "Infocielo" como "el nuevo delegado" del gobernador, que por su cercanía opacaría al intendente Cataldo Cariglino en la naciente alianza.

El armado se completa con "La Juan Domingo" (una agrupación netamente Sciolista) cuya cabeza visible es Baldomero Alvarez de Olivera. Estos buscarían armar para su jefe en el interior, remando en sectores disconformes del Peronismo y conservadores (esto puede generar algunas contradicciones con el FUP).

Mientras tanto Daniel Scioli no responde públicamente la belicosidad del FUP, pero admite sus pretensiones presidenciales. Su juego adolece de dirigentes en las otras franjas del electorado (centro y izquierda) necesarios para armar una entente con serias posibilidades de ganar. Por ello no saca los pies del plato, pretende ser el candidato natural de la continuidad del kirchnerismo. aunque estos desconfían seriamente de su accionar.

La salida a operar del "lobista" de REPSOL Alberto Fernández es la bendición del poder transnacional para jugar en la construcción de una oposición capitaneada por el motonauta. La derrota sufrida por el poder en 2011 busca no repetir sus anteriores errores y encuentra en Scioli un posible candidato que termine con la experiencia popular iniciada por Néstor Kirchner.

No es extraño entonces escuchar las declaraciones del gobernador cuando habla de que, si la presidenta logra sumar consenso para una reforma constitucional, el la acompañaría. Sabe que con la derecha refractaria al peronismo kirnchnerista no alcanza y no es hombre de dar pasos en falso alentado por los huérfanos de proyectos fracasados.